miércoles, 27 de noviembre de 2019


Articulo de Compssion in world farming

GRANJAS DE SANGRE: TRAS LOS MUROS LA TORTUR continúa 


Durante aproximadamente 35 años, se ha extraído sangre de yeguas gestantes en Uruguay y Argentina para extraer la hormona PMSG, también llamada eCG o Gonadotrofina Coriónica Equina. Esta hormona se utiliza en la cría industrial de animales en todo el mundo para estimular y sincronizar el período de celo de cerdos, ovejas y otros animales de granja con el fin de fomentar una mayor producción de ganado.
En la actualidad sólo una compañía española importa esta hormona y distribuye sus productos en Europa, pues la compañía italiana nombrada en el vídeo ha manifestado no importar PMSG desde el año 2016.
Las nuevas investigaciones realizadas por Animal Welfare Foundation (AWF) y Tierschutzbund Zürich (TSB Zürich) muestran que las condiciones de producción de las yeguas no han mejorado desde que se expuso por primera vez esta crueldad en 2015.
Cuatro granjas de sangre uruguayas y una argentina albergan al menos 10.000 yeguas. Su sangre se extrae entre los días 40 y 120 de la gestación. Para que esto se pueda llevar a cabo dos veces al año, el embarazo de las yeguas se interrumpe después del centésimo día. En Argentina, los abortos ahora se realizan mediante inyección, mientras que en Uruguay se realizan manualmente perforando las membranas fetales. Así, cada año, más de 20.000 potros se convierten también en víctimas de esta producción de hormonas para la industria europea de carne y leche. Las extracciones de sangre se realizan dos veces al año durante un período de 11 a 12 semanas. Durante este tiempo, cada semana se extrae hasta el 25% del volumen total de sangre de las yeguas gestantes. Alrededor del 30% de las yeguas mueren cada año debido a esta extracción de sangre.
Mientras que las compañías farmacéuticas importadoras afirmaron que mejorarían la situación a través de disposiciones y auditorías de bienestar animal, las investigaciones de AWF revelan que sigue existiendo una crueldad animal masiva. Además, el interés de los granjeros de sangre en mantener a sus yeguas en condiciones saludables es muy escaso. Esto es debido a que, según declaraciones de los granjeros de sangre, el nivel de PMSG en sangre es mayor cuando las yeguas están en una condición física más pobre.
Por favor, escribe al Ministro de Agricultura de España para pedirle que tome las medidas oportunas a fin de prohibir la importación de PMSG desde países extracomunitarios que no cumplen con los mínimos estándares de bienestar animal obligatorios en la Comunidad Europea, y se asegure de establecer la legislación necesaria para que España deje de ser el único país europeo desde el que se importa este cruel producto para su posterior distribución a otros países de Europa.
Pongamos fin a la crueldad de las granjas de sangre.


A CONTINÚA