lunes, 2 de diciembre de 2019

Adelgazar con puntos de acupuntura, para las personas que engordan debid...

miércoles, 27 de noviembre de 2019


Articulo de Compssion in world farming

GRANJAS DE SANGRE: TRAS LOS MUROS LA TORTUR continúa 


Durante aproximadamente 35 años, se ha extraído sangre de yeguas gestantes en Uruguay y Argentina para extraer la hormona PMSG, también llamada eCG o Gonadotrofina Coriónica Equina. Esta hormona se utiliza en la cría industrial de animales en todo el mundo para estimular y sincronizar el período de celo de cerdos, ovejas y otros animales de granja con el fin de fomentar una mayor producción de ganado.
En la actualidad sólo una compañía española importa esta hormona y distribuye sus productos en Europa, pues la compañía italiana nombrada en el vídeo ha manifestado no importar PMSG desde el año 2016.
Las nuevas investigaciones realizadas por Animal Welfare Foundation (AWF) y Tierschutzbund Zürich (TSB Zürich) muestran que las condiciones de producción de las yeguas no han mejorado desde que se expuso por primera vez esta crueldad en 2015.
Cuatro granjas de sangre uruguayas y una argentina albergan al menos 10.000 yeguas. Su sangre se extrae entre los días 40 y 120 de la gestación. Para que esto se pueda llevar a cabo dos veces al año, el embarazo de las yeguas se interrumpe después del centésimo día. En Argentina, los abortos ahora se realizan mediante inyección, mientras que en Uruguay se realizan manualmente perforando las membranas fetales. Así, cada año, más de 20.000 potros se convierten también en víctimas de esta producción de hormonas para la industria europea de carne y leche. Las extracciones de sangre se realizan dos veces al año durante un período de 11 a 12 semanas. Durante este tiempo, cada semana se extrae hasta el 25% del volumen total de sangre de las yeguas gestantes. Alrededor del 30% de las yeguas mueren cada año debido a esta extracción de sangre.
Mientras que las compañías farmacéuticas importadoras afirmaron que mejorarían la situación a través de disposiciones y auditorías de bienestar animal, las investigaciones de AWF revelan que sigue existiendo una crueldad animal masiva. Además, el interés de los granjeros de sangre en mantener a sus yeguas en condiciones saludables es muy escaso. Esto es debido a que, según declaraciones de los granjeros de sangre, el nivel de PMSG en sangre es mayor cuando las yeguas están en una condición física más pobre.
Por favor, escribe al Ministro de Agricultura de España para pedirle que tome las medidas oportunas a fin de prohibir la importación de PMSG desde países extracomunitarios que no cumplen con los mínimos estándares de bienestar animal obligatorios en la Comunidad Europea, y se asegure de establecer la legislación necesaria para que España deje de ser el único país europeo desde el que se importa este cruel producto para su posterior distribución a otros países de Europa.
Pongamos fin a la crueldad de las granjas de sangre.


A CONTINÚA

jueves, 29 de agosto de 2019

Articulos de  El Periódico de las Buenas Noticias.


La base de un cerebro sano es la bondad
 



Hoy comparto la entrevista de Ima Sanchís a Richard Davidson, doctor en Neuropsicología, investigador en neurociencia afectiva, para La Contra de La Vanguardia:

Nací en Nueva York y vivo en Madison (Wisconsin), donde soy profesor de Psicología y Psiquiatría en la universidad. La política debe basarse en lo que nos une, sólo así podremos reducir el sufrimiento en el mundo. Creo en la amabilidad, en la ternura y en la bondad, pero debemos entrenarnos en ello.

Yo investigaba los mecanismos cerebrales implicados en la depresión y en la ansiedad.

...Y acabó fundando el Centro de Investigación de Mentes Saludables.
Cuando estaba en mi segundo año en Harvard se cruzó en mi camino la meditación y me fui a la India a investigar cómo entrenar mi mente. Obviamente mis profesores me dijeron que estaba loco, pero aquel viaje marcó mi futuro.

...Así empiezan las grandes historias.
Descubrí que una mente en calma puede producir bienestar en cualquier tipo de situación. Y cuando desde la neurociencia me dediqué a investigar las bases de las emociones, me sorprendió ver cómo las estructuras del cerebro pueden cambiar en tan sólo dos horas.

¡En dos horas!
Hoy podemos medirlo con precisión. Llevamos a meditadores al laboratorio; y antes y después de meditar les tomamos una muestra de sangre para analizar la expresión de los genes.

¿Y la expresión de los genes cambia?
Sí, y vemos como en las zonas en las que había inflamación o tendencia a ella, esta des­ciende abruptamente. Fueron descubrimientos muy útiles para tratar la depresión. Pero en 1992 ­conocí al Dalái Lama y mi vida cambió.

Un hombre muy nutridor.
“Admiro vuestro trabajo, me dijo, pero considero que estáis muy centrados en el estrés, la ansiedad y la depresión; ¿no te has planteado enfocar tus estudios neurocientíficos en la amabilidad, la ternura y la compasión?”

Un enfoque sutil y radicalmente distinto.
Le hice la promesa al Dalái Lama de que haría todo lo posible para que la amabilidad, la ternura y la compasión estuvieran en el centro de la investigación. Palabras jamás nombradas en ningún estudio científico.

¿Qué ha descubierto?
Que hay una diferencia sustancial entre empatía y compasión. La empatía es la capacidad de sentir lo que sienten los demás. La compasión es un estadio superior, es tener el compromiso y las herramientas para aliviar el sufrimiento.

¿Y qué tiene que ver eso con el cerebro?
Los circuitos neurológicos que llevan a la empatía o a la compasión son diferentes.

¿Y la ternura?
Forma parte del circuito de la compasión. Una de las cosas más importantes que he descubierto sobre la amabilidad y la ternura es que se pueden entrenar a cualquier edad. Los estudios nos dicen que estimulando la ternura en niños y adolescentes mejoran sus resultados académicos, su bienestar emocional y su salud.

¿Y cómo se entrena?
Les hacemos llevar a su mente a una persona próxima a la que aman, revivir una época en la que esta sufrió y cultivar la aspiración de librarla de ese sufrimiento. Luego ampliamos el foco a personas que no les importan y finalmente a aquellas que les irritan. Estos ejercicios reducen sustancialmente el bullying en las escuelas.

De meditar a actuar hay un trecho.
Una de las cosas más interesantes que he visto en los circuitos neuronales de la compasión es que la zona motora del cerebro se activa: la compasión te capacita para moverte, para aliviar el sufrimiento.

Ahora quiere implementar en el mundo el programa Healthy minds (mentes sanas).
Fue otro de los retos que me lanzó el Dalái Lama, y hemos diseñado una plataforma mundial para diseminarlo. El programa tiene cuatro pilares: la atención; el cuidado y la conexión con los otros; la apreciación de ser una persona saludable (encerrarse en los propios sentimientos y pensamientos es causa de depresión)...

...Hay que estar abierto y expuesto.
Sí. Y por último tener un propósito en la vida, algo que está intrínsecamente relacionado con el bienestar. He visto que la base de un cerebro sano es la bondad, y la entrenamos en un entorno científico, algo que no se había hecho nunca.

¿Cómo se puede aplicar a nivel global?
A través de distintos sectores: educación, sanidad, gobiernos, empresas internacionales...

¿A través de los que han potenciado este mundo oprimido en el que vivimos?
Tiene razón, por eso soy miembro del consejo del Foro Económico Mundial de Davos, para convencer a los líderes de que hay que hacer accesible lo que sabe la ciencia sobre el bienestar.

¿Y cómo les convence?
Mediante pruebas científicas. Les expongo, por ejemplo, una investigación que hemos realizado en distintas culturas: si interactúas con un bebé de seis meses a través de dos marionetas, una que se comporta de forma egoísta y otra amable y generosa, el 99% de los niños prefieren el muñeco cooperativo.

Cooperación y amabilidad son innatas.
Sí, pero frágiles, si no se cultivan se pierden, por eso yo, que viajo muchísimo (una fuente de estrés), aprovecho los aeropuertos para enviar mentalmente a la gente con la que me cruzo buenos deseos, y eso cambia la calidad de la experiencia. El cerebro del otro lo percibe.

Apenas un segundo para seguir en lo suyo.
La vida son sólo secuencias de momentos. Si encadenas esas secuencias, la vida cambia.

El mindfulness es hoy un negocio.
Cultivar la amabilidad es mucho más efectivo que centrarse en uno mismo. Son circuitos cerebrales distintos. A mí no me interesa la meditación en sí misma sino cómo acceder a los circuitos neuronales para cambiar tu día a día, y sabemos cómo hacerlo.


miércoles, 10 de julio de 2019

Volvemos a lanzarnos al mar


Articulo de SEOBirdLife



SEO Birdlife

Más de 200.000 aves mueren cada año en el mar. Atraídas por los cebos de pesca, las aves pueden quedar enredadas o enganchadas accidentalmente (como muestra la foto) en los anzuelos del palangre, el arte de pesca que más muertes de aves provoca en el Mediterráneo. 

Estas muertes accidentales suponen casi la mitad de toda la mortalidad no natural de aves en el mar; la otra mitad es consecuencia de otras amenazas, como la contaminación, la degradación del hábitat o la sobrexplotación pesquera.

Para tratar de paliar este problema, desde hace dos años un equipo de biólogos y biólogas de nuestro proyecto Zepamed trabaja en el mar con nuestros mejores aliados: los pescadores. A bordo de sus barcos, hemos estado recogiendo todos los datos sobre las distintas circunstancias en que se producen las muertes accidentales y, partir de esa información, estamos buscando soluciones conjuntamente.

En la conservación de las aves, todos tenemos un papel fundamental y nada de esto sería posible sin el apoyo de nuestros socios.

La realidad es que se trata de un cuestión urgente. Si no hacemos algo ahora, una de las aves más emblemáticas del Mediterráneo, la pardela balear, corre peligro. Se trata del ave marina más amenazada del continente europeo: apenas viven 3.000 parejas que se reproducen exclusivamente en las Islas Baleares, y en ninguna otra parte del mundo. De seguir al ritmo de declive actual, se extinguiría en poco más de medio siglo.
En SEO/BirdLife creemos firmemente que alcanzar un desarrollo sostenible en cualquier actividad productiva, en este caso la pesca, es el único camino que garantiza el futuro de nuestro entorno y de su biodiversidad.